jueves, 30 de junio de 2011

Anexos


Cuento.
Erase una vez un lugar llamado Pedro de Valdivia bajo, vivían dos niñitas que les encantaba jugar en la calle.
El lugar donde jugaban las pequeñas, tenía un gran problema.  Los vecinos que allí vivían, No cuidaban el lugar y tiraban toda la basura  a la calle. Esta vivía feliz, recorría alegremente todo el sector, saltaba y brincaba por doquier libremente   jugando con sus amigas las bacterias y con sus amigos los ratones. Nadie hacía nada, por ello la basura y sus amigos vivieron por mucho tiempo así.
Resultó que las dos amiguitas jugaban en la calle donde habitaba la basura y sus amigos, una de ellas  era muy ordenada recogía los papeles de la calle y no botaba nada al suelo, todo lo botaba en el basurero. En cambio la otra, tiraba todos sus papeles al suelo ayudando a la basura y sus amigos a vivir mejor en las calles.
Cuando las niñas regresaban a su casa en la tarde, aquella que guardaba los papeles, los llegaba a botar a su casa y luego su madre la mandaba a lavarse sus manos, para comer.
La otra niñita en cambio llegaba a su casa y no hacía caso a su madre, se sentaba en la mesa y comenzaba a comer.
Un día las dos amiguitas desobedecieron a sus madres y se fueron a jugar al lugar donde habitaba la basura y sus amigos, la niñita ordenada como sabía que su madre le había dicho que no fuera a jugar a la basura, se fue a su casa a contar a su mamá lo que había hecho, su madre preocupada la llevo al baño, le lavo las manos, y le cambio ropa. En cambio la otra niñita, se quedó toda la tarde jugando con la basura. Así cuando llegó la hora de irse a casa una traviesa y malvada bacteria que habitaba junto a la basura, se fue con la niñita a su hogar. Como ella sabía que su madre le había prohibido jugar donde había basura, no le dijo nada.
Así la bacteria que llevaba tiempo junto a ella, allí se quedó hasta enfermarla. Al día siguiente la niñita que había dicho a su madre la verdad fue a buscar a su amiguita para poder jugar. Pero al llegar a la casa de ella, su mamá le contó que estaba muy enferma por jugar en la basura y que no podría jugar con ella  hasta que se mejorara.
Cuando la pequeña se mejoró, le contó a su amiga lo malo que era jugar en la basura, porque en ella habitaban bacterias que enfermaban a la gente. Y le hacían muy muy mal!!!
Las dos niñas miraron a su alrededor y vieron a la basura como se divertía con sus amigos, sin que nadie hiciera nada. Así ellas pensaron que podían hacer y llamaron a un buen amigo para que las ayudará, al protector de las calles limpias; Súper Limpio!!!
Súper Limpio, escuchó a las niñas y hechó a la basura de ese lugar, así las amigas  vivieron Felices y jugaron dichosas en las calles limpias.    


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